Desde aquellos incipientes primeros pasos del arte correo como fue conceptualizado por el artista del Fluxus Art neoyorquino Ray Johnson, a mediados de los 60’, este tipo de expresión que es enviando por correo postal como trozos de obras sin terminar para hacer partícipe al destinatario de la creación, hasta nuestros días en que los nuevos soportes de comunicación interpersonal se imponen en el modo de conceptualizar el ‘arte’, muchas cosas han sucedido.
Pero algo sí es cierto, “El arte postal es una novísima corriente artística que involucra a cientos de artistas de todo el mundo. Se le define así por una de las características más notorias: el medio de difusión, esto es, los servicios postales pero, en última instancia, esta corriente artística es la respuesta de los artistas al desafío de los nuevos medios de producción mecánica puestas a su disposición por la industria gráfica de nuestro tiempo: multicopiadoras, reductores y ampliadores de imágenes, polaroids, procedimientos económicos propios de la industria tipográfica como ser letras y figuras transferibles, sellos de goma, entre muchas otras.
Las obras se concretan en obras realizadas manipulando esos medios: fotocopias, collages, postales, sellos de correos y matasellos creativos, etcétera, así como obras colectivas como cadenas de intercambio, propuestas y proyectos que sólo se pueden realizar gracias al aporte de artistas conectados epistolarmente”.
Artistas originarios de México también ha incursionado en el arte correo, y de manera muy notable, tal es el caso de Ulises Carrión (San Andrés Tuxtla, 1941-Amsterdam, 1989), quien fue un teórico de arte y escritor post-literario; un creador de contextos complejos y teorías visionarias por lo que está considerado como alguien quien se adelantó incluso a los escritores conceptuales, pruebas de esto es la obra publicada por Tumbona Ediciones El arte correo y el Gran Monstruo.
Es cierto que hoy día, tendríamos que hablar del aporte de los nuevos medios electrónicos tales como la computadora o las redes sociales, que han obrado milagros sobre todo en la rapidez de las comunicaciones.
Pero antes de Internet, el arte correo estuvo en el centro de una actividad artística internacional que creía en la colaboración, el intercambio y la participación política.
El arte correo y el Gran Monstruo constituye el segundo volumen del Archivo Carrión, una serie dedicada a rescatar y poner en circulación en el orbe de habla hispana la obra influyente y sin embargo aún en gran parte desconocida de Ulises Carrión.
Con la complicidad de Juan J. Agius, anticuario español que conserva los archivos personales del autor, y del escritor Heriberto Yépez (Tijuana, 1974), responsable de la traducción y prólogo.
En definitiva, el arte correo ha permanecido tanto tiempo incólume y vigente frente a las demás formas artísticas de este fin de siglo por su característica fundamental: el predominio de la función de uso o comunicacional por sobre la función de cambio, propia del arte comercial generalmente asociado a lo oficial y vigente y seriamente comprometido con el consumo.
Jorge Iván Garduño @plumavertical Este texto ha sido publicado en: http://efektonoticias.com/cultura/del-archivo-carrion-el-arte-correo-y-el-gran-monstruo