Las preocupaciones por problemas económicos son una situación que nos agobia a todos por igual, los gobiernos tienen la gran responsabilidad de encabezar políticas públicas que, o bien pueden traer grandes beneficios o tremendas catástrofes a los bolsillos de la ciudadanía.
Casi toda la humanidad vive en una lucha constante por equilibrar los gastos con los ingresos, esto con la finalidad de cubrir las necesidades de la familia y las personales, por lo que el estrés bajo el que se está nos agobia y nos abruma, situación que puede robar la dicha y la felicidad.
Durante una década de investigación David Stuckler, Senior Research Leader de la Universidad de Oxford ha trabajado con el epidemiólogo Sanjay Basu, del Centro de Investigación para la Prevención de la Universidad de Stanford, en una obra imprescindible para entender las políticas económicas que muchos gobiernos implementan y que, según lo que plantean, es un error tremendo en aras para afrontar crisis financieras.
En Por qué la austeridad mata. El coste humano de las políticas de recorte (Editorial Taurus), demuestran con conclusiones exhaustivas y con miles de datos y cientos de gráficos y de estudios científicos, cómo la aplicación de medidas de austeridad para afrontar crisis trae efectos devastadoramente negativos la salud pública, causando decenas de miles de muertes sin que ayuden en absoluto a la recuperación económica.
Según lo investigado por Stuckler y Basu, los datos que han obtenido demuestran las divergencias entre países donde el modelo económico de austeridad frente a una crisis ha sido devastador en comparación con políticas económicas de estímulo y gasto social, ya que en estos últimos la crisis se ha superado antes de lo previsible, y no sólo eso, sino que incluso se ha logrado mejorar la salud pública en plena recesión.
¿Cómo han podido comparar científicamente países tan dispares y con condiciones económicas y sociales tan distintas?
Bueno, en realidad muchas de las evaluaciones comparan naciones muy similares, como el análisis de la gran crisis asiática que se produjo al reventar la burbuja puntocom de los años 90. El Fondo Monetario Internacional impuso durísimos recortes del gasto público a los países afectados como requisito para darles créditos. Entre los muchos que accedieron a reducir drásticamente los programas de protección social, Tailandia rebajó el gasto de Sanidad en un 15%, recortando el de prevención del sida a sólo la cuarta parte; eso disparó la propagación del virus VIH y más que duplicó las tasas de mortalidad por enfermedades infecciosas, que habían estado reduciéndose hasta entonces. Además, los índices de pobreza se multiplicaron y el número de suicidios en el país aumentó un 60%.
En cambio, la vecina Malasia fue la única que rechazó la asistencia del FMI condicionada al famoso principio de “canjear dolor a corto plazo por beneficios a largo plazo”, y emprendió programas de estímulo y de ayudas públicas a los más necesitados. Y no sólo logró mejorar la salud pública nacional, sino que, fue el único que en la práctica consiguió cumplir los objetivos económicos primordiales marcados por el propio FMI.
David Stuckler y Sanjay Basu abordan el ejemplo de Europa, con Grecia, Italia,, Portugal, España, con datos reveladores, así como políticas en América Latina, por lo que esta obra significa un texto monumental y significativo ya sea para los estudiosos del panorama económico mundial, o para quien tenga gusto por la materia.
Por qué la austeridad mata, en definitiva, significa una obra que es de suma importancia consultar y analizar en torno a las medidas de austeridad impuestas por los diversos gobiernos que buscan afrontar con buenas intenciones –tal vez– las épocas de crisis, por desgracia, hay naciones que en toda su historia esa es la única condición que conocen.
Jorge Iván Garduño @plumavertical Este texto ha sido publicado en: http://efektonoticias.com/cultura/por-que-la-austeridad-mata-un-estudio-de-las-politicas-devastadoras-en-paises-en-crisis