Henry Valentine Miller nació el 26 de diciembre de 1891 en Nueva York, dentro de una familia humilde de origen alemán, y falleció en California el 7 de junio de 1980 acausa de problemas circulatorios. Sus actividades fueron las de telegrafista, peón de rancho, recadero, vendedor de enciclopedias a domicilio, jefe de personal de la WesternUnion, boxeador y además de haber contraído cinco veces matrimonio, pasó por el París de la GeneraciónPerdida(1930-1980).[i]
Toda la obra de Miller, en una primera lectura, parece estar repleta de odio a los judíos, los alemanes, a las mujeres, a los Estados Unidos, a Dios… una lectura reflexiva y objetiva te lleva a pensar que su prosa –por encima de consideraciones morales– no deja de ser un canto extremado pero admirable a las libertades tradicionales americanas, una travesía despiadada por su país y su inconsciente; el narrador de la urbe, de las prostitutas, de los locos, de los reventados por la vida, de todo ese delirante modus vivendi americano.
Henry Miller es considerado un anarquista literario, un fiero opositor de los convencionalismos existentes en las décadas de entre 1930 y 1980, ya que sus textos vitalistas, eróticos, anarcoides y de una franqueza sexual despiadada, desencadenaron grandes polémicas y censuras en la Unión Americana generadas a partir de su novela Trópico de Cáncer; publicada en París en 1934 y en América hasta 1961 junto a Trópico de Capricornio.
En la década del cincuenta intentar la lectura de Miller era poco más que una aventura pecaminosa, ilícita y clandestina, su aproximación desprejuiciada hacia las relaciones pasionales, fueron la causa de su desaparición de los corredores literarios; a partir de él, la literatura se revolucionó y comenzó un cambio generacional dentro de las letras norteamericanas que influyeron universalmente: la generación del “Beat”.[ii]
La Beat Generation, fue un grupo de escritores estadounidenses de los años ’50, que mostraban su rechazo a la corriente social mayoritaria a través de su literatura ajena a todo convencionalismo y a un estilo de vida alternativo que proclamaba la revolución sexual, la utilización de la píldora anticonceptiva, la vida comunal, los muchachos florales, la insurrección de los jóvenes, los narcóticos, la apertura conceptual y social; pero Miller ya lo había hecho por su cuenta, mucho antes. Fue uno de los precursores de un estilo que marcó una época.
Henry Miller combina desvergonzadamente amor, sexo, odio, sueños, pasiones, realidad, frustraciones y muchos etcéteras en una obra única y feroz, en la que convergen los sentimientos y contradicciones de un hombre que se enfrenta al hecho de vivir y que podría ser tachado hoy día de sexista, misógino o abominable machista que se encuentra siempre al borde del abismo.
Sus escritos, están ausentes de estructuras convencionales y carentes del uso de una narración lineal, los cuales se vinculan a la exposición introspectiva de un universo esencialmente masculino, con tendencia a la práctica erótica y el proceder nihilista, modelado con un cierto sentido lírico de la prosa, esencia libertaria y vitalista, y de una plasmación autobiográfica con base en el flujo de conciencia.
Miller piensa que su patria está enferma, por eso practica el canibalismo con ella. <<Por fuera parece un panal de miel, por dentro es un matadero. Norteamérica es una casa de putas dirigida por mujeres. He recorrido las calles de muchos países del mundo pero en ninguna parte me he sentido tan degradado y humillado como en América>>.[iii]
Entre las novelas más destacadas por este norteamericano menciono Trópico de Cáncer y Trópico de Capricornio, sus obras cumbres y que descifran su mundo literario, consideradas incluso como las precursoras del género de la novela negra por su temática y lenguaje.
Henry Miller inició la revolución moral del siglo XX; continuada por Kerouac y Burroughs con la generación “Beat”; seguida por el último escritor <<maldito>> de la literatura norteamericana, Charles Bukowski; abordada con humor por el analista de la <<neurosis social de América>>, Norman Mailer; y culminada por la figura legendaria del Nuevo Periodismo e inventor del llamado Periodismo Gonzo,[iv] Hunter S. Thompson.
Concluyo que está lejos de mí la idea de recomendar al lector violencia, odio y demencia; pero debo confesar que, a pesar de que Henry Miller maneja ingredientes de sabores fuertes, consigue una obra de arte, una novela que saca fuera lo malo que hay en el ser humano y que lo perturba, lo atrae y quizá palie algo el escozor de las heridas íntimas. <<Y es que revolcarse en el barro (de vez en cuando) dicen que es bueno para la piel>>.
[i] Artistas y escritores que a partir de su sentimiento de angustia y desengaño, crearon obras de modo tácito y, algunos de ellos muy lejos de sus ciudades natales.
[ii] Sus integrantes: Allen Ginsberg, Jack Kerouac, Neal Cassady y William S. Burroughs.
[iii] Henry Miller, Trópico de Cáncer.
[iv] Una manera de escribir, en el que el autor –alimentado con mucha química– se convierte en protagonista y catalizador de la acción.
Jorge Iván Garduño Fotógrafo, escritor y periodista mexicano. Cursó estudios de Comunicación y Periodismo (UNAM). Colabora para revistas culturales, literarias, páginas web y periódicos de circulación nacional. jorgeivangg@hotmail.com Este texto fue publicado en: http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2011/07/17/index.php?section=opinion&article=004a1soc Revista «Molino de Letras» marzo-abril 2008. Revista «Desde el Sótano» de librerías El Sótano julio-agosto 2009. Revista «Nosotros» diciembre 2007