TEXTO PUBLICADO EL 28 DE OCTUBRE DE 2017
Cuando en países como Brasil, Argentina, Ecuador, Perú y República Dominicana el caso Odebrecht causó grandes escándalos y golpes a la política, en México, los políticos señalados por los dirigentes de la empresa brasileña no han sufrido ningún daño, y el señalado, Emilio Lozoya, señalado de recibir poco más de 10 millones de dólares no ha sido ni requerido por las autoridades.
Sin embargo, Santiago Nieto, el fiscal para delitos electorales, inició una investigación sobre el destino de por lo menos dos millones de dólares, que el ex titular de Pemex recibiría mientras fungía como coordinador de asuntos exteriores de la campaña de Enrique Peña Nieto a la presidencia en 2012.
El asunto comenzó a salirse de control al ser señalado el actual presidente de México por directivos de la empresa Odebrecht que se reunió en tres ocasiones con representantes de la empresa entre 2010 y 2012. Santiago Nieto comenzó una investigación contra Emilio Lozoya por la presunta aplicación de recursos ilícitos al financiamiento de la campaña de Peña Nieto.
Esto propicio que la PGR abriera una indagatoria respecto a los otros ocho millones de dólares que Lozoya habría presuntamente recibido mientras encabezaba Pemex.
El asunto Odebrecht está lejos de terminarse, y el gobierno federal ha preferido sacrificar el poco prestigio que le queda a esta administración antes que permitir continúen las indagatorias de un fiscal “independiente” que le pueda causar mayores problemas de cara a las elecciones de 2018.
Mientras, Alberto Elías Beltrán es el encargado del despacho de la PGR, aunque también podría estar violando la ley al no cumplir los requisitos que ésta exige para dicho cargo: se debe contar con una cédula profesional de por lo menos 10 años de antigüedad, misma que obtuvo apenas en 2011.
Así las cosas.