Archivos Mensuales: agosto 2012

Fatua locura

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De nueva cuenta

me secuestra esa sensación

entre los límites de abandono y locura

Cae un gran peso en mis hombros

mi rostro se ciñe con sus mejores galas

mas mi alma no está en esta realidad

Los cuerpos sinónimos al mío

pasan a mi lado sin siquiera inquietarse

cuerpos abandonados al hastío

Al pasar mi vista en ellos

veo en sus ojos toda una vida

pero ésta ya no los llena

Mis manos

son semejantes a las suyas

envueltas en papel carne

Ropas multicolores

trozos de tela

cubren estos cuerpos afines

Adornos

vanidades

o simples necesidades

Nuestras ambiciones

¿a dónde nos conducen?

¿A dónde nos dirigen?

Levanto la mirada.

La naturaleza se encarga de hacernos iguales

nuestra naturaleza nos hace desiguales

Bajo la mirada.

Inventamos límites entre símiles

y muros derrumbamos ante antónimos

¿Cómo no caer en el absurdo de este mundo?

¿Cómo saber si uno cruza la frontera?

¿Cómo no ver cenizas al final de los días?

Anda

calla

levántate

Sigue caminando por estas calles

en tanto que pasa escóndete un momento

verás los despojos que dejan los perros.

060606

EN LA CRISIS DEL INDIVIDUO

Jorge Iván Garduño
@plumavertical

Sequedad

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Cuando la lluvia es sólo un débil recuerdo y una lejana promesa, Nishif toma un trozo de tierra, el cual se desmorona entre sus dedos confirmando la desgracia que se cierne sobre su pueblo.

Las nubes cargadas de agua son un sueño que en esta realidad no tienen cabida. Los cientos de árboles que observa Nishif ya son sólo trozos de madera quebradiza que bien parece que gritan desgarrándose desde la raíz.

Sequedad

Jorge Iván Garduño
@plumavertical

Umbral

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Ese sonido que producen los tacones de sus zapatos al pisar sobre el suelo formado de piedra me deja inmóvil, y así observo cómo se adentra por el callejón…, la contemplo…, miro todo su cuerpo… y mis ojos hipnotizados pierden de vista su hermosa figura tras cruzar el umbral.

UMBRAL

Jorge Iván Garduño
@plumavertical

 

Celaje

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Neblina…

…que cubre mi mundo sobre el que me encuentro parado,

solo,

en un fragmento de arena,

hormigas,

piedras.

El viento suave y frío comienza a disipar la bruma espesa.

Mover el cuerpo no puedo

siento como él forma parte de una inconexa naturaleza,

del mundo intangible que se manifiesta.

Que se hace presente a través de mis sentidos.

Este universo me aprisiona,

me asfixia,

no me permite mover…

…y eres tú

lo que le da sentido a mi materia.

Domingo 21

Jorge Iván Garduño
@plumavertical

La carta de Aurora

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Ya es medianoche. Llego al cuarto que rento por mil quinientos pesos al mes en las afueras de la ciudad; la fachada del edificio está desgastada, y da la impresión que únicamente un par de gatos viejos, escombros, polvo y fierro oxidado habitan el lugar. Busco la llave, la introduzco, giro la chapa, me desquicia el chirrido de la puerta que más parece le disgusta que entre.

Con pasos que intento sean silenciosos subo por la escalera, sin embargo la madera vieja se encarga de delatar mi presencia y borrar cualquier indicio que hable de mi cautela. Llego a la azotea. Hay un viento helado que me despeina y enfría mi cara y manos.

Hurgo en mis bolsillos para tomar la llave con forma de rombo de mi apartamento.

Un trozo de papel muy bien doblado en forma de carta fue introducido por debajo de la puerta en mi ausencia, que al entrar a mi pequeño ‘hogar’ me da inmóvil la bienvenida.

Imagino de quién puede ser, aunque no cómo llegó aquí la misiva. No había tenido noticias suyas desde que partió a los Balcanes hace ya ocho meses cuando huía de Antonio, el padre de su hijo. En un par de años solamente intercambiamos algo de correspondencia sin mayor importancia.

¿Será posible que haya regresado?… por supuesto, reconozco esa manera de doblar una hoja, es inconfundible, sólo ella lo hace de esa forma tan estilizada a manera de flor como aquella primera ocasión en el colegio en las que me confesaba sus travesuras de adolescente.

Continúo observando. Ese trozo blanco de papel me grita que su remitente me necesita, tal vez tanto como yo a ella.

No sé, quizá pasada la medianoche saldré a buscarla, y en está ocasión sí pueda mirarla a los ojos y decirle que la amo.

Jorge Iván Garduño
@plumavertical

De reojo

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Te miro… los nervios me hacen voltear. Te observo… me fascina la alegría en tu rostro, y el rojo cereza de tus mejillas. Te vuelvo a mirar de reojo, en silencio, mientras trabajas corrigiendo un texto, y yo finjo leer la novela que me pidieron comentar.

@plumavertical